
Fotograbado
El fotograbado hace su aparición paralelamente a los avances en fotografía. En 1855 la Photographic Society formó un comité para estudiar la desaparición de las imágenes y la inestabilidad de los procesos fotográficos sobre papel. A principios de la década de 1850 Henry Fox Talbot comienza a trabajar un método de reproducción permanente sobre papel y utiliza planchas de metal como soporte, a éste proceso de transferencia de imagen lo llama “grabado fotográfico".
Talbot cubrió la plancha con gelatina bicromatada, colocó un objeto sobre ella y aplicó luz del sol; las zonas no afectadas por la luz se podían lavar fácilmente dejando la imagen al descubierto.
Uno de los grandes problemas fue la creación de tonos intermedios, lo que producía imágenes excesivamente contrastadas. Para contrarrestar éste efecto Talbot experimentó poniendo gasas tramadas en una primera exposición para luego exponer la imagen y así crear una minúscula red que permitiría sensaciones tonales. En 1858 patentó éste invento como “grabado fotoglífico" produciendo los comienzos del fotograbado.
En 1879 Karl Klic presentó un método mejorado para crear medios tonos aplicando un grano de aguatinta para romper la imagen y permitir sombras más profundas. Ademas Klic inventa una técnica de transferencia de imagen a plancha de cobre mediante una gelatina con revestimiento de carbono obteniendo unos resultados superiores a los de Talbot.

Plancha fotograbado (Ana Mallo)

Estampa (Ana Mallo)